Comunicación audiovisual

Cuando el vídeo corporativo marca la diferencia

La proliferación de contenidos en Internet ha supuesto una herramienta fantástica para la comunicación corporativa. Las empresas tienen una cantidad enorme de posibilidades para llegar a sus clientes a través de nuevos canales, más directos, fluidos y cercanos. Sin embargo, ¿cómo diferenciarse de la masa?


El vídeo corporativo es la alternativa que en los últimos años ha marcado la diferencia entre las empresas comprometidas con su imagen de marca y aquéllas que descuidan la comunicación con sus clientes.

Sin embargo, es importante «saber hacer un vídeo». No basta con un arrebato de creatividad de un director innovador. Tampoco con imágenes estadísticas y mensajes irrelevantes. El vídeo corporativo debe estar dirigido a los clientes y no a la empresa, y éstos buscan contenidos interesantes y que llamen su atención. Debe además trabajarse la creatividad para evitar el tedio, pero sin caer en el efectismo. Los vídeos deben ser claros y directos, además de lo más breves posibles. Y, finalmente, hay que tener claro cómo y dónde distribuirlos, ya que un vídeo corporativo que sólo ven los amigos es una malísima inversión.

¿Pero un vídeo es «para todos»? ¿Qué pasa con las barreras económicas?

Desde hace unos años el vídeo corporativo ha roto las fronteras de las grandes firmas. Tener un vídeo de calidad en cuanto a edición, mensaje y contenido es más accesible que nunca. Las agencias de comunicación adaptamos las condiciones del mismo a las necesidades de las empresas. Las pymes, las empresas locales o incluso los comercios de barrio pueden contar con este servicio y todas las ventajas que ello supone.

El vídeo corporativo es efectivo y rentable. Y es para todos.